¿Cómo funciona la tecnología CarbonCure?
El dióxido de carbono (CO2) obtenido como subproducto de los flujos de gases residuales industriales se añade con precisión a la mezcla durante la producción de hormigón. Allí se une químicamente en forma de nanomineral, lo que provoca un aumento de la resistencia a la compresión del hormigón. En consecuencia, es posible reducir la cantidad de cemento en el hormigón. Otras propiedades del hormigón, como el valor del pH o la durabilidad, no se ven afectadas. De este modo, no sólo se puede aumentar la eficiencia de la producción, sino que también se puede mejorar el balance de CO2 del hormigón..
Las ventajas para arquitectos, constructores, promotores y propietarios:
- Los usuarios finales de esta tecnología del hormigón, tanto en el sector privado como en el público, pueden reducir la huella de CO2 de sus proyectos de construcción sin comprometer la calidad.
Las ventajas para los productores de hormigón:
- Mejorar el balance de CO2 del hormigón
- Ventaja competitiva al permitir la construcción sostenible
- Instalación económica y sin complicaciones de la tecnología
- La tecnología puede instalarse en un día sin interrumpir la producción
- El CO2 se añade en el proceso de producción de la misma manera que otros aditivos.
- Mejora de la resistencia a la compresión temprana y tardía del hormigón mediante la adición de CO2
- Una mayor resistencia permite optimizar el diseño de la mezcla de hormigón.
- Se dispone de una „Autorización general de construcción“ de la DIBt
Éxito probado:
- Hasta la fecha, se han utilizado más de un millón de camiones de hormigón CarbonCure.
- Más de 300 plantas de hormigón de todo el mundo utilizan ya esta tecnología (hasta ahora, principalmente en Canadá, Estados Unidos, Sudamérica y Singapur)
- Ha suministrado miles de proyectos comerciales, de infraestructuras y residenciales, incluida la sede de Amazon HQ2 en Arlington (EE.UU.), donde se calcula que se han ahorrado 1,35 millones de kg de emisiones de CO2 sólo con el uso de CarbonCure
